Entrevista y foto: Amparo Ferrando

MIGUEL POVEDA, CANTAOR FLAMENCO

"Darle a un poema y a un poeta la música que merece es un trabajo muy difícil"

      El cantaor Miguel Poveda visitó la semana pasada Valencia para presentar mano a mano con el prestigioso pianista Agustí Fernández, y en el marco del Festival VEO, el espectáculo Contrastes, un particular recital en el que la poesía es la gran protagonista. Al tiempo que realizan esta gira, ambos músicos se encuentran ultimando el álbum que culminará su fructífera colaboración. La poderosa voz de Poveda se une al virtuoso piano de Fernández para interpretar textos de Verdaguer, Martí i Pol o José Ángel Valente.


     
Un viernes lluvioso, apenas unas horas antes del primero de sus dos conciertos en la ciudad, Poveda llegó al Ateneu Mercantil de la Plaza del Ayuntamiento con el tiempo justo para realizar las pruebas de sonido. Esperamos para poder hablar con él unos minutos y tuvimos el privilegio de presenciar el ensayo con Agustí Fernández de las piezas del repertorio que esa noche iba a poner al público en pie. En cada nuevo tema sorprende, por la amplitud de registros, por el sentimiento que imprime a cada verso. Finalmente puede reposar y, mientras enciende un cigarrillo, se sienta a charlar con el entusiasmo intacto a pesar del agotamiento.

¿Cómo surgió este proyecto, tan diferente al registro en el que normalmente te desenvuelves?

      El empeño de llevar a cabo esta idea parte de Enrique Morente, que al vernos a Agustí y a mí interpretar un poema en catalán, insistió en que hiciéramos un disco entero. El encuentro con Agustí Fernández fue en el Teatre Nacional de Catalunya, en el homenaje que se hizo a Jacint Verdaguer. Yo no había cantado nunca en catalán y al principio tenía mucho miedo porque no es una lengua en la que yo me haya expresado nunca en la música. Pero cuando canté ya varias veces esa primera pieza, ensayando con Agustí, me di cuenta de que me lo pasaba bien, lo disfrutaba y además no era una cosa ajena a mí, como yo creía al principio. A partir de ahí ya empezamos a seleccionar y musicar a muchos más poetas.

¿Qué dificultades has encontrado para enfrentarte a estos poemas, con una musicalidad tan diferente al flamenco?

      
Diferencias hay muchísimas, es otro registro, otro chip el que tienes en la cabeza. Se requiere otra sensibilidad. Yo me lo paso de la misma manera haciendo flamenco que haciendo esta música, lo disfruto igual. Y además me viene bien porque cuando haces muchos conciertos de flamenco, y viceversa, hacer otra cosa diferente te renueva y te hace salir de la monotonía. La dificultad de musicar poesía es crear algo que no está hecho. Es complicado porque lo que interpreto en mis recitales de flamenco son temas que ya existían, que han hecho para mí, o que he compuesto yo. Pero darle un sentido a una poesía, darle la música que merece el poema y el poeta, es un trabajo más difícil.

¿Cómo ha sido la elección de los poetas en cuestión? ¿Es tuya, o a medias con Agustí Fernández?

      
Valentí Gómez me ayudó a hacer una primera selección de poetas y me dio a conocer algunos de los que hoy ya he elegido. A partir de ahí ya tomé esa vía para descubrir a otra clase de poetas, sobre todo para tratar de hacer un trabajo lo más mío posible.

A parte del citado Verdaguer, ¿qué otros poetas se han incluido en el repertorio?

      
En el disco que estamos grabando, que se titula Desglaç, hemos musicado al poeta valenciano Josep Piera, a Enric Cassasas, Maria Mercè Marçal, Narcís Comadira, Miquel Martí i Pol, Sebastián Alzamora, Gil de Biedma,... Realmente yo no conocía nada de la poesía catalana, nunca me había dado por leer poesía en catalán. Pero he ido entrando en ese mundo, descubriendo cosas, y me he quedado fascinado, queriendo buscar más. La verdad es que me lo he pasado muy bien, conociendo incluso a los autores personalmente. Está siendo un trabajo, de aprendizaje, de descubrimiento, que me está encantando.

¿Para cuándo crees que saldrá este disco?

      
Todavía no puedo dar una fecha concreta. Empezamos en diciembre a grabarlo y creo que estará listo para finales de mayo.

¿Y cómo va a ser tu próximo álbum de flamenco?

      
Cuando termine la presentación y promoción de este álbum, y pase también el verano, que lo tenemos lleno de actuaciones, calculo que para final de año empezaremos a trabajar en él Juan Carlos Romero y yo. Él llevará la producción del disco, y también la guitarra, claro.

¿Cómo se lleva ese estado de gira permanente por todo el mundo?

      
Ahora uno es joven, entre comillas (risas), y tiene todas las fuerzas, las ganas y la ilusión. Cada proyecto es muy diferente del otro y no me da tiempo a aburrirme. Sí es verdad que como cada vez hay más trabajo, son más las veces que tengo que salir de casa y viajar, hay momentos en los que me da mucha pereza. Pero compensa en muchas otras cosas, de momento, cuando sea más mayor ya veremos. Ahora hay que hacer camino.

¿Cómo ha sido la reciente visita a Estados Unidos, cómo se recibe allí el flamenco?

      
Es una cosa sorprendente. Hemos actuado con el espectáculo Territorio Flamenco en el Carnegie Hall de Nueva York, y es todo un logro. Ya es un recorrido que muchos artistas están sembrando desde hace años, el conseguir que el flamenco entre como merece en la programación de los buenos teatros. Es una pena que en otros países tengamos cabida como cualquier otro género y que aquí en España haya todavía esos prejuicios hacia el flamenco y haya lugares cerrados para nosotros. Aunque tampoco nos podemos quejar porque estamos mucho mejor que años atrás.


  
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